jueves, 28 de enero de 2010

Tusitala 2ª parte: el relato perfecto

“…Quince hombres en el cofre del muerto, ho, ho, ho, …la botella de ron…”

Las vacaciones de verano tocaban a su fin la última semana del mes de agosto en Braemar, en las Highlands de Escocia, para una peculiar familia, la formada por el joven Lloyd Osbourne,
su hermana Isabel , su madre Fanny, su padrastro el escritor Robert Louis Stevenson y Thomas Stevenson, el padre de éste último,.

El jovencito Lloyd Osborne, para entretenerse durante esos días lluviosos en los que permaneció encerrado en casa, se dedicó a pintar acuarelas.

Años más tarde, en sus memorias, recordaría esos momentos de esta forma:

“...jugando con una caja de acuarelas acabé haciendo el mapa de una isla que yo había dibujado. Stevenson entró mientras yo lo terminaba, y con su interés cariñoso a todo que yo hacía, se apoyó sobre mi hombro, y pronto empezó a nombrar lugares inventados a la vista del mapa ¡Nunca olvidaré la emoción de la Isla del Esqueleto, la Colina del Catalejo, ni mi corazón emocionado con las tres Cruces Rojas! ¡Y la emoción fue mayor todavía cuándo él escribió las palabras "La Isla del Tesoro" en la esquina superior derecha!.... Y pareció conocer tanto sobre ello también --- a los piratas, el tesoro enterrado, el hombre que había sido abandonado en la isla. "Oh, para hacer una historia sobre ello", exclamé, encantado….”

A los tres días de haber sido dibujado el mapa, Stevenson había escrito los tres primeros capítulos, de “la isla del tesoro” la novela que le vino sugerida por el casual dibujo que su hijastro hizo para matar el tiempo.

Apasionado, Stevenson iba leyendo cada uno en voz alta a su fascinada y entretenida familia que acabó por ir añadiendo sugerencias. El joven Lloyd insistió en que no hubiera mujeres en la historia. El abuelo, el padre de Stevenson, tomó un deleite infantil en la historia y pasó un día escribiendo el contenido exacto del cofre marino de Billy Bones, que Stevenson hijo adoptó palabra por palabra. También su padre sugirió la escena donde Jim Hawkins se oculta en el barril de manzanas.

Cuando el verano llegó a su fin, y el frío clima otoñal aconsejó dejar Braemar, los Stevenson-Osbourne se retiraron a Londres. Debido a los crónicos problemas respiratorios de Stevenson, viajaron a Davos (Suiza) donde el aire limpio de montaña le hizo maravillas, y fue capaz de seguir a razón de un capítulo por día y pronto terminar la historia.

Inicialmente, el relato fue publicado por entregas en la revista juvenil 'Young Folks', entre 1881 y 1882 con el título de The Sea Cook, or Treasure Island, dónde pasó sin pena ni gloria. El éxito le vendría el año siguiente, en 1883, cuando fue publicada como libro, ya con el reducido título con el que pasaría a la historia “ The treasure island”

Hay obras que marcan un antes y un después en sus respectivos géneros literarios. Hay obras incluso, que crean y dan carta de naturaleza a un concreto género literario. Este último es el caso de la novela de la entrada de hoy, ya que , podemos afirmar sin temor a la exageración que la publicación en 1883 de "la Isla del Tesoro” es el nacimiento del relato sobre piratas y tesoros escondidos, y todas las obras posteriores de este género, de alguna manera, son deudoras de ella. Nuestra percepción del aspecto de un pirata, con loro al hombro y pata de palo, está condicionado para siempre por la descripción de John Silver “el largo” de "la isla del tesoro".

Debido a la correspondencia posterior del autor, y a ensayos posteriores escritos por él, sabemos sobre las fuentes de inspiración del relato. Ya hemos hablado de ese mapa dibujado por su hijastro Lloyd que es el germen casual que en un momento desencadena la historia. Aparte de ello, Stevenson, escritor honesto, reconoce su deuda intelectual con los recuerdos sugeridos por la lectura de las obras de Daniel Defoe, ( Robinson Crusoe) Edgar Allan Poe (El escarabajo de oro), y Washington Irving (Wolfert Webber) , Así pues Stevenson llegó a escribir:

"Esto es mi deuda con Washington Irving que ejerce en mi conciencia, y justamente es así, ya que creo que el plagio raras veces fue llevado más lejos.. el espíritu interior y mucho detalle del material de mis primeros capítulos.. es propiedad de Washington Irving."

Por otra parte, no sólo la literatura anterior, sino el aspecto de personas de su entorno real le sirvieron de inspiración. La idea para el personaje de John Silver El Largo fue inspirada por su amigo de vida real, el escritor y editor William Henley. Henley perdió una pierna por una enfermedad en los huesos; El hijastro de Stevenson, Lloyd Osbourne, describió a Henley como:



".. un gran tipo, de carácter arrebatador y encendido, con una gran barba roja y una muleta, jovial, asombrosamente inteligente, y con una risa que rodaba como la música; tenía un inimaginable fuego y vitalidad; ".

En apoyo de esta observación, hay una carta de Stevenson dirigida a Henley después de la publicación de La Isla del Tesoro., en ella Stevenson escribió:

"Ahora tengo que hacerte una confesión. Fue la imagen de tu fuerza mutilada y tu autoridad que engendró a John Silver El Largo... la idea de un hombre mutilado, pero gobernando y temido por el sonido de su sola voz fue completamente tomada de ti".

Las descripciones que aparecen en el libro sobre navegación y marineros y la vida de mar son muy convincentes. Tanto el padre como el abuelo de Stevenson eran ingenieros especializados en la construcción de farso de costa y viajó con frecuencia en torno a la inspección de los faros de la costa Escocesa . Asimismo, dos años antes de escribir La Isla del Tesoro, Stevenson había cruzado el Atlántico.

Tan verosímiles resultaban las descripciones que en 1890 William Butler Yeats dijo a Stevenson que La Isla del Tesoro era el libro con el cual su abuelo marinero había disfrutado más en su vida. Y sinceramente, esa es la sensación que nos queda a muchos al final de la obra, escrita con un ritmo perfecto, y para el que quiera sumergirse en ella o volver a leerla, solo hay que pinchar aquí para descargarla.

Salud, Paz y Amor a todos.

4 comentarios:

Anabel Rodríguez dijo...

No sé si estarás de acuerdo, pero yo creo que es un clásico minosvalorado por su temática, pero ay.... ¿no hemos soñado todos con la Isla del TEsoro alguna vez? No hemos querido ser piratas (mucho más que caballeretes ingleses).
Besos

RGAlmazán dijo...

Una obra maestra. Y sí, estoy de acuerdo con que es el paradigma de las novelas de piratas. Un relato al que siempre dan ganas de volver.
Y que bien lo explica usted, D. Fritus.

Salud y República

Eastriver dijo...

Qué cosa más completa... hasta incluyes enlace. No conocía la anécdota generadora de esta novela. Si sabía, a rasgos generales, la historia de que la novela comenzó con el dibujo de la isla, pero desconocía lo más general. A mis alumnos a veces les he propuesto el siguiente ejercicio: dibujar una isla, inventado todo, poniendo nombre a todo... y a partir de ahí dejar que se dé una historia. Es decir, fomentar la creatividad. Un abrazo y gracias por esta historia que incorporo desde ya mismo a mis clases.

fritus dijo...

Queridos amigos. En primer lugar os pido disculpas por el retraso en contestar, pero es que he estado un poco abducido por el trabajo....
Os agradezco muchisimo vuestras amables intervenciones, y veo, a juzgar por los resultados en cuanto a numero de comentarios tanto de éste como del primer post que le dediqué en diciembre, que el pobre Robert Louis no concita mucho éxito de público,... aun así prometo ( o mas bien amenazo) con un último post sobre el extraño caso del Dr. Jeckyll y Mr. Hyde.
ANABELLA...viendo la historia de explotación y latrocinio de lo que hoy llamamos tercer mundo y entonces se llamaban colonias, ser un caballerete en la Inglaterra del XVIII o del XIX suponía ser más pirata que los piratas.
RAFA...muchas gracias por eso de que lo explico bien, no sé yo... lo que sí hay es pasión por el autor y la obra.
EASTRIVER...básicamente el post quería tratar de la intrahistoria, de la génesis de la novela, de las referencias del entorno...de todas esas anecdotillas....En otro orden de cosas, tiene toda la pinta de que eres un magnifico profesor,
Un abrazo a todos, mis cuates