martes, 23 de febrero de 2010

lento

Cuando era chavalito, el profesor de física nos explicó aquello de que velocidad es igual a espacio partido por tiempo. ( v=e/t) Fórmula de la cual se deduce casi de forma automática, que para ir a mucha velocidad has de recorrer el mayor espacio posible en el menor lapso de tiempo.

El espacio y el tiempo. Considerados como magnitudes en física nos ayudan a comprender el mundo que nos rodea. Pero al mismo tiempo, considerados desde otra perspectiva digamos que más íntima y vital son los dos mayores lujos que uno puede permitirse, y, casi despreciando al dinero, (que es un mal necesario que sirve para pagar facturas y para no tener que depender de nadie), mucho espacio y mucho tiempo son las cosas que más envidio y las que más aspiro. Si envidio a los que tienen dinero es precisamente para poder tener la posibilidad de vivir rodeado de mucho espacio y de poder disponer libremente de mi tiempo, objetivos quiméricos hoy por hoy, al menos en parte…
Huí de Barcelona ahora hace cinco años, en dirección hacia la isla de Ibiza, donde vivo.( hace 9 días se cumplieron cinco años). Al cabo de dos años de eso, fui al óptico ibicenco a revisarme la graduación de las gafas y para mi sorpresa, tras 26 años de ser un miope “in crescendo” (desde los tiernos 14), mis 2,5 dioptrias de miopía se habían convertido en simplemente 2.

La primera pregunta del optometrista fue si yo vivía antes en una gran ciudad. Afirmativo. La explicación era que en la megaurbe, los campos visuales están hechos de una maraña de calles y edificios altos y casi nunca podemos forzar a nuestros ojos a mirar hacia un horizonte lejano. De ahí que nuestra capacidad para mirar a lo lejos se atrofie. Fueron el mar infinito y los campos del término municipal de Sant Josep los que rebajaron mi patología visual.
Huí de Barcelona escapando de la velocidad. De la prisa con la que todo ha de estar hecho ya, para ayer. De la prisa con la que mis pies respondían al pitido de los vagones del metro para ir al trabajo. De la prisa con la que yo respondía al Director Financiero y éste al Director General y éste al Consejo de Administración...luego resultó que un buen día el Consejo decidió despedir al Director General, y luego al Director Financiero...y yo, que era el responsable de recursos humanos, preparé la documentación de ambos finiquitos...y luego me fui, voluntariamente. Hoy la empresa ya no existe . Así que, bien mirado...¿ para qué tanta prisa?.

Hoy ya no oigo los pitidos del metro. En Eivissa no tenemos metro. Salgo con el tiempo suficiente y evito voluntariamente conducir por la nueva autovía. Doy un pequeño rodeo por la carretera de Sant Josep. Muchas veces, en la parte trasera de los coches que están situados delante, veo un adhesivo pegado como éste…
Útil consejo, que habitualmente sigo, yendo a una media de unos 70 km/hora…así puedo darme pequeños gustazos cotidianos basados en el uso de la visión periférica ( esa que dicen que las mujeres tienen más desarrollada) y ver cosas como esto…

O esto…

A través de las ventanas laterales del coche.
Y bueno, seguiría con esta entrada, pero la verdad es que es ya tarde y toca subir a tender una lavadora al terrado de la casa. Actividad que aunque a priori no lo parezca, me resulta altamente gratificante, más que nada porque aprovecharé para fumarme un cigarrito y ver como el sol se pone por Sa Cunillera.
Así, sin pensar en nada…o bueno, quizás recordando la última vez que fui a Barcelona y mientras hacía el trayecto desde el aeropuerto hasta casa de mis padres me parecía estar dentro del rodaje de Blade Runner


Por cierto….os he comentado que el año que ví en el cine “Blade Runner” ¿tenía la misma graduación en los ojos que ahora? Y eso que fue hace veintipico años….


Salud , Paz y Amor a todos. Os dejo con un precioso videoclip de los talking heads,( road to nowhere) que lo disfruteis...

8 comentarios:

CarmenS dijo...

¿SAbes que hay un movimiento socio-vital que tiene como lema la lentitud? No al estress, no a la prisa, no a los agobios... Voy a buscar un enlace para enviartelo.

CarmenS dijo...

"Es la nueva revolución. Un movimiento que triunfa en el mundo encabezado por aquellos que aspiran a recuperar la calma para saborear la vida. ‘Contra el agobio, pereza’ es el lema que arrastra a gentes, ciudades y profesionales que abogan por la conquista del tiempo".

Es un artículo de 2006

http://www.elpais.com/articulo/portada/triunfo/lentitud/elpeputec/20061105elpepspor_7/Tes

Gracchus Babeuf dijo...

Paul Lafargue: "El Derecho a la Pereza"(1880).

¿Pretende usted darnos envidia?Pues lo ha conseguido.

Cenicienta dijo...

Por caprichos de la vida me estoy encontrando últimamente con señales de stop por todos los lados, señales que indican que estamos corriendo demasiado y eso no es bueno, tenemos la percepción de llegar tarde a todos lados, estamos enseñando a nuestros hijos a corre y no saborear la calma. No, me niego, quien tenga prisa que corra, si al final, no pasa nada, nunca pasa nada

Merche Pallarés dijo...

¡Preciosas fotos! Esas vistas desde el coche merecen la pena haber dejado todos los "estresses" de una gran ciudad. Besotes, M.

fritus dijo...

Hola...Muchisimas gracias a todos por vuestra visita...

CECILIA no estamos solos, desde luego...he leido de cabo a rabo el artículo y me ha parecido muy interesante. Y, si, ...eso era el tema , más o menos, de la entrada.

Alguien nos ha vendido la moto de que vivir lento algo es de perdedores, cuando justamente es todo lo contrario ...Muchisimos males de nuestro mundo actual, desde las enfermedades coronarias hasta la obesidad infantil, pasando por cuadros de ansiedad-stress-depresiones de mucha gente tienen alguna conexión con ese modo de vida acelerado conectado a la productividad...



GRACCHUS...confieso que desconocía al señor Lafargue y a su manifiesto, pero lo he encontrado en la red...no lo he acabado de leer, pero de momento ( situandolo en su contexto histórico) parece muy interesante...



CENICIENTA..muy bien señalado eso de “el que tenga prisa que corra”. Por otra parte , no quisiera dar la impresión de que soy un vago. No es cierto, es más, me considero un tipo muy currante....

Por ejemplo, me gusta más los sábados por la mañana, estar un buen rato con mi niña en el parque de los columpios en Sant Antoni, luego caminar de tienda en tienda y por el mercado del pueblo.....que no ir con el coche a un megasuper, cargar el maletero de paquetes de plástico y volver...la opción mía, la primera, es más cansada y laboriosa...requiere más tiempo.

Una vez en casa, prefiero invertir un buen rato en cocinar algo sano a base de productos frescos que no en freir unos putos nuggets de pollo o poner algo lleno de conservantes y estabilizantes que sale de un paquete de plástico tres minutos en el microondas...la opción A, como veis , requiere más esfuerzo, y sin embargo es la que quiero...

Pues eso...

MERCHE...me encanta poner fotos de Eivissa, a veces pienso que me he equivocado de profesión, tendría que haber sido guía turístico...como tú.



MARÍA...gracias por tus buenos consejos que no dudes que seguiré...con respecto a lo de la Virgen de Fátima ...hombre, quizás algun día tras varias copas y varios carajillos y fumar algo, igual se me aparece...aunque sinceramente preferiría que se me apareciera/n alguna/s que no sean vírgenes.



Un abrazo a todos

Anabel Rodríguez dijo...

Bravo, bravo. Me ha encantado la entrada. Te envidio y admiro a partes iguales (en realidad te admiro más de lo que te envidio, porque envidiar está muy feo). El dar un portazo a lo que a uno no le gusta me parece de ser un valiente. Me encanta que te saliera bien y que estés disfrutando de tu familia, de tu tiempo y espacio.
Besos gordos (de esos que suenan)

Eastriver dijo...

Lo entiendo y estoy de acuerdo contigo porque lo que me cuesta entender es la gente que deja la ciudad, se va al campo y acaba haciendo exactametne lo mismo: autopistas a horas punta, metido 8 horas en una oficina, viviendo casi sin espacio, y además con las incomodidades del campo. Yo vivo en BCN, no me molesta la ciudad porque soy muy urbano y aquí tengo una cosa que valoro enormemente: el anonimato y el sosiego de vecindario que no existe en el campo. Pero en ocasiones también pienso, vale, de aquí a unos años me iré para vivir tranquilo. Pero tengo claro que si me voy es para hacer una vida totalmente diferente, que para hacer la vida de ahora prefiero la urbe. Un abrazo y gracias por esos comentarios tan edificantes y por unas entradas tan cuidadas. Y por esa foto final, que eres un padrazo!