lunes, 6 de abril de 2009

desnudas


“Venus reina en el Salón de 1863. Pintores y
escultores se han esforzado, a cual más, a cual
mejor, en remontar hasta la fuente de toda belleza.
Es Cabanel quien se ha elevado más alto en esta
tentativa, su Nacimiento de Venus es el mayor éxito
de la exposición.”
(C. De Sault . 1863)


“La calidad de la pintura está perfectamente en
armonía con el modo de composición del cuadro.
La carne es ideal y divina, y no modelada con las
materias burdas de que está hecha la humanidad.
Cabanel no ha olvidado que Venus se alimentaba
de néctar y de ambrosía, y que para semejante cuerpo,
él no podía encontrar suficientes tonos nacarados y suaves.”

(Revue du Monde illustré. 1863)



“La expresión del rostro es la de una criatura
prematura y viciosa; el cuerpo, de un color
malsano, evoca el horror de la Morgue. A su lado,
una horrible negra vestida de rosa sostiene un
ramillete de dudosa alegoría, mientras que un gato
negro con el lomo arqueado imprime sobre la
sábana la huella inequívoca del lugar donde ha
puesto las patas.”
(V. de Jonkevitz. Salón de 1865)

“Todo está dibujado con carbón alrededor y
pomada al medio.”
(Ego. Le Monde illustré del 13
de mayo de 1865).

Convendrán conmigo que las dos imágenes que aparecen sobre este texto son desnudos femeninos. Pero convendrán conmigo, seguramente, en que hay muchas diferencias entre ambos cuadros, pintados en el mismo año y en la misma ciudad.
El primero por arriba en su momento tuvo un gran éxito de crítica y de público. De hecho, el hombre más poderoso de Francia en aquel momento, Napoleón III, lo compró a un alto precio, y obtuvo el primer premio en el Salón de París de 1863.

El segundo , el de justo debajo, fue muy comentado, pero obtuvo el escándalo entre la mayoría del público y un casi unánime consenso entre los críticos para destrozar la obra y despellejar al autor. Se pintó para ser presentado en el el Salon des Refusés (Salón de los Rechazados) en el citado año de 1863. Sin embargo, fue la “estrella” ( o más bien, la estrellada) del “Salón” ( el oficial) dos años después, en 1865.

El autor del primero se llamaba Cabanel, y servidor de ustedes confiesa sin rubor que conoció de su existencia la semana pasada. El autor del segundo se llamaba Manet (última imagen, la de abajo del todo) y su nombre ha pasado por méritos propios al panteón más glorioso de la historia del Arte. A veces, de cuando en cuando, hay justicia poética en esto de reconocer el talento a alguien.

De hecho, la mayor de las diferencias, para un humilde servidor, estriba en el enfoque, no en el objeto.
En ambos casos, estamos ante desnudos femeninos, pero mientras Cabanel nos muestra a una idealización de la feminidad, una mujer “ideal “ con la mirada oculta …Manet nos muestra a una mujer real, con todas sus imperfecciones ( aunque servidor de ustedes es de esos raritos que cree que la verdadera belleza está en determinadas imperfecciones) y que nos mira con descaro a los ojos.

La habilidad técnica de Cabanel convierte a su pintura, comercial y refinada, en un perfecto ejemplo del tipo de arte que en aquel entonces obtenía los favores del público y de las entidades oficiales. De lo que he podido leer por ahí, Cabanel mezcla las referencias a Ingres y a la pintura del siglo XVIII. Sin embargo, el tema mitológico aquí es sólo un pretexto para abordar el desnudo cuya idealización no excluye la lascividad. Emile Zola denunciará en un texto la ambigüedad de esta representación: "La diosa, ahogada en un río de leche, tiene el aire de una deliciosa dama galante, no de carne y hueso -ello parecería indecente- sino de una especie de mazapán blanco y rosa". Al contrario de esta tradición académica, la obra de Manet, con su franqueza y vigor, provoca el escándalo.

Según lo que he encontrado en Wikipedia:

“…Los desnudos academicistas con una base en la época mitológica o clásica tenían buena aceptación en el Salón de París, consiguiendo algunos éxitos. Cabanel no dudó en realizar este nacimiento de Venus y presentarlo a la muestra de 1863, obteniendo el primer premio. La bella diosa se despereza en el agua, acompañada por una corte de amorcillos en escorzo; el cabello de Venus se extiende por buena parte de lienzo y crea un atractivo contraste entre el mar y la piel nacarada de su cuerpo. El dibujo es tan exquisito como el empleo del colorido, la luz y la minuciosidad de los detalles. Curiosamente, a esa misma exposición se presentó el Desayuno en la hierba de Manet, que fue rechazado. Tratando ambos lienzos la temática del desnudo, Cabanel presenta una figura mitológica y Manet una figura de carne y hueso, relacionando el mundo clásico con la modernidad. Esa novedad no fue aceptada por el jurado, que premió el academicismo de esta obra. …”

Desde que hace ya muchos años, (1986) Olympia apareciese en una de las diapositivas de la clase de historia del arte de COU, la descarada mirada de la señora Victorine Meurent y esa babucha con tacón que está que se cae /no se cae de su pie… contribuyeron a convertir a este que os habla de adolescente normal ( o sea con millones de hormonas que te golpean como las burbujitas de una couldina en un vaso de agua) a adulto un pelín fetichista.
Así que por boca de la wikipedia, vamos a rendirle el merecido homenaje que requiere, en palabras de algún sesudo crítico que escriba mejor que yo:

“Olympia, cuadro realizado por el famoso pintor francés Édouard Manet en 1863. Mide 130,5 cm de altura y 190 de largo. Esta célebre obra fue realizada por Manet para presentarla en el Salon des Refusés (Salón de los Rechazados) en el citado año de 1863. Sin embargo, no se expuso hasta 1865, en el Salón de París, en donde causó un gran escándalo, ya que aunque el público y la crítica aceptaban los desnudos en obras mitológicas, no era así cuando se trataba de un desnudo realista.
Explícitamente inspirada en las
Venus de Urbino del Tiziano, sin embargo el personaje central resulta ser evidentemente una ciudadana parisina que probablemente se dedicaba a la prostitución. En lugar de las doncellas que acompañaban a los desnudos del Cinquecento entra en escena llevando un ramo de flores una mujer negra, cuyo rostro, casi imperceptible sobre el fondo oscuro, contrasta con los tonos claros de su vestimenta oriental. Por otra parte las carnaduras de la mujer desnuda que mira directa y provocadoramente a los espectadores son contrastadas junto a las sábanas y las almohadas por el fondo oscuro, resaltando la atmósfera de íntima sensualidad. En lugar del cándido perrito arrollado que se encuentra en la Venus de Urbino, a los pies de Olympia encontramos un despierto gato negro que simboliza a menudo la ambigüedad y la inquietud, estando implicado en relaciones o situaciones promíscuas o veladamente eróticas. Este felino negro impresionó tanto al público que durante años Manet sería recordado aún como «El pintor de los gatos». Otros elementos simbólicos notorios: el brazalete que lleva la mujer desnuda pertenecía a la madre de Manet, el ramo de flores era un típico regalo que los clientes ofrecían a las meretrices de clase alta. La orquídea entre los cabellos es también una referencia al sexo ya que se creía que tal flor poseía poderes afrodisíacos (de hecho el nombre de la orquídea tiene etimología sexual). Por otra parte Olympia calza una sola pantufla, esto en las pinturas alegóricas ha sido usado como símbolo de la inocencia perdida, además cabe notar que la orquídea, el brazalete y la pantufla con taco (por lo cual parece casi un zueco) cumplen la función sexual de fetiche.
A pesar de la audacia conceptual de este cuadro, su temática se inscribe en una larga tradición de la
pintura académica, aquella de la odalisca y la esclava, tal como se observa en las Odaliscas de Ingres e incluso en la Odalisca de Bénouille y la de Jalabert, realizadas en los 1840. Aunque Manet ha sabido quitar el subterfugio para representar a la mujer desnuda y es de este modo que se encuentra una suerte de directa filiación con su precedente: La maja desnuda retratada por Goya.En cuanto a este cuadro de Manet, otro de los motivos para el escándalo fue que la mujer pintada era bastante conocida en París: la modelo y también pintora Victorine Meurent.Cabe señalar que el nombre del cuadro no le fue dado por su realizador sino por Charles Baudelaire.
Se produce un notable contraste entre la figura de la modelo, y la ropa, tanto de la cama como de la criada negra, con el fondo, oscuro, del resto del cuadro. En este predominio del negro y el blanco, las únicas manchas de color son, por un lado, los bordados florales tipo oriental de una tela de
seda, especie de mantón con flecos, que hay sobre la cama y del ramo de flores que le trae la sirvienta, que en cierto modo repite los colores de las flores bordadas…”

Pues ale, queridos niños, que tenía ganas de dedicarle un post al cuadro de hace tiempo. Y el hecho de que la Sra. Aída García Corrales haya pensado en el tema del desnudo para el próximo/último número de su revista “Delirio”, quizás haya acelerado su confección.
A todos ustedes y a Aída la pintora va dedicada esta entrada. Salud, Paz y Amor.


10 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Jamás había oido hablar de Cabanel y, mucho menos de su Venus tan particular rodeada de angelitos... El cuadro de Manet, sí que lo conocía y me parece estupendo, ese desnudo directo, con la modelo mirando "a la camara" (porque parece una foto)el gato, la negra, las flores, la orquídea en la oreja... el "zueco" medio caido... Todo es MUY érotico pero para la época ¡me imagino el escándalo! Por mucho que fuera París... (reconocida capital de la perdición...).
Muy interesante tu post. Besotes, M.

RGAlmazán dijo...

Vaya panegírico sobre el desnudo. El ideal y el real. Yo me quedo con el segundo, qué quiere que le diga, el otro es demasiado perfecto para ser real, y por lo tanto irreal.

Salud y República

J. G Centeno dijo...

Perfecto desconocido, para mí, el tal Chabanel, lo cual expresa mi incultura pictórica, que es mucha. A mi me parece rebosante de sensualidad, quizás de los desnudos más incitantes que he visto.

Anónimo dijo...

Tengo la sensación (gozosísima) de haber aterrizado en una de las clases de arte de COU que tanto me gustaban...
Muchísimas gracias por ello, don Fritus.

dudo dijo...

vaya, me pasa como a la Bruja: que he vuelto a La Laboral.
Está usted de un curto que tira patrás, don Fritus. Ahora, que siga la racha, que algunos necesitamos "actualizar el sistema"...

Gonzalo Visedo dijo...

yo que me considero un pelín fetichista, me rendido admirador de la señora de Manet, que cumple todos los requisitos de una maja, o sea, provocación, sexualidad, imperfección, en fin...

Por cierto, no le comenté el anterior, pero muy bueno el de su hermano. A mí, mis hermanos me sacan bastantes años, no nos parecemos en nada (por suerte), y nunca me recomendaron nada, así he salido luego...

Freia dijo...

Una vez más coincidimos en gustos, mi querido Fritus y una vez más tengo que agradecerle que nos traiga una figura que admiro profundamente.
Porque además Edouard Manet sentía una admiración y un amor poco usuales en aquella época por el Museo del Prado y ya sabe Vd. de mis querencias.
Hace muy poquitos años hubo una exposición sobre Manet en este museo y junto a sus cuadros se colgaron aquéllos en los que se inspiró y de los que gustaba especialmente. Le aseguro que fue una experiencia fantástica. Y a mí incluso me emocionó un pelín ver los cuadros de uno de los grandes en el museo que tanto quiso.
Por otro lado, lo de los reconocimientos a la calidad artística va por rachas. El Greco fue considerado un pintor extravagante (cuando no directamente malo), hasta hace exactamente un siglo.
Y seguramente Manet volverá a tener etapas de no ser excesivamente comprendido. Quien sabe si en los inicios del siglo XXII, Cabanel volverá a estar en el "candelero". Le diré que a mí, por otra parte, no me disgusta esa Venus clásica y poco rompedora: me recuerda algunos cuadros de Correggio.
Besos... mucho.

PD Por cierto, a ver qué día os liais la manta a la cabeza y os venís a Madrid a ver desnudos. Tenemos unos cuantos preciosos, desperdigados por varios museos... De paso, gozaríamos de vuestra presencia... Invitados quedáis.

Lluís dijo...

Bé, fa poc vaig trobar un article força graciós sobre una pintura que va ser retirada per obscena (hi sortia una dona nua amb un posat indolent). Certament, en aquella època les dones eren considerades ciutadans de segona sense sentiments ni sexualitat pròpia. I molts homes es sentien violents al veure una don a nua que els desafiava amb la mirada i la seva nuesa. Lamentable, trist i inmadur.
Fa poc la van tornar a exposar, però ara les queixes es deuen a que hi apareix fumant. JUAS! Aquí tens l'enllaç: http://entertainment.timesonline.co.uk/tol/arts_and_entertainment/visual_arts/article4381363.ece

fritus dijo...

Hola a todos, queridos....comentaros que espero disculpeis el retraso en contestar . He estado de vacaciones ( sin ordenador) durante 11 días , y bueno...estoy aterrizando.

MERCHE. Yo tampoco tenía ni idea de quien era el señor Cabanel hasta que ví un documental de la BBC, hace un mes o así, precisamente sobre la obra y vida de Manet, en el que aparecía de refilón este tipo y este cuadro, que fue comprado por el entonces emperador Napoleón III. ...los angelitos son sencillamente feotes...a finales de los ochenta se puso muy de moda la revisitación de estos cuadros de angelitos/cupidos...

DON RAFA Y DON BOLCHE...Coincido con Don Rafa en que me gusta más el segundo que el primero, Don BOLCHE...Tiene ud razón en que la señora del primero es muy atractiva, pero , expresandolo a grandes rasgos...la mujer del primer cuadro, con su mirada oculta y sus muslos apretados , es un poco objeto...mientras que la segunda.... Es, decididamente, un sujeto.

Doña BRUJA y Doña DUDO...tengo la sensación de que parezco un pedantazo que quiere dar lecciones a todo el mundo...No es el caso. Es simplemente un afán de compartir cosas que me gustan ...Y eso. Un abrazo. ( deduzco que la laboral era tu insti....)

GONZO...compruebo con saatisfacción que nos parecemos en bastantes cosas, y me alegra también que te gustara el post de mi hermano...había mucho de emotivo en él. Y bueno, yo me llevo 8 años con él...que no son pocos.

FREIA...la verdad es que Manet era un enamorado de España, por lo que dicen, y su obra lo atestigua...y el se confiesa rendido admirador tanto de Velazquez como de Goya...( que le influyó en parte de su obra),,,y bueno, ya concretaremos detalles, pero en Octubre vamos a Madrid...no se por cuantos días y eso, pero hemos de vernos, seguro.

LLUIS...moltísimes gràcies per aquest enllaç...he pogut llegir l’article, i, el que es més, veure el quadre, i el trobo francament preciós.

Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

M'han semblat força interessants les cites del començament, en concret, la de C. de Sault. On podria trobar aquesta cita contextualitzada?
M'agradaria saber-ne més sobre l'opinió de l'època.


Moltes gràcies.