
Aviso a navegantes: Como ya viene siendo habitual en estos casos, advierto de que la entrada que viene a continuación va a ser larga, muy laaaarga….va a tocar varios temas, probablemente de forma inconexa y muy subjetiva, pero, honestamente creo que vale la pena…. (si llegáis hasta el final hay preparados unos pinchos de tortilla de patatas y unas cañitas para los valientes que se atrevan a bucear en las memorias del cosmopaleto ).


1.- COSMOPALETO Y FRUSTRADO.
Servidor de ustedes ha viajado muy poco. Bueno, quizás esa afirmación necesita matizarse... he viajado muchísimo menos de lo que me hubiese apetecido, y de cómo me hubiese apetecido.
La verdad es que estos últimos cuatro años han sido la etapa de mi vida en los que he puesto más mi culo en el siempre incómodo asiento de un avión... pero para hacer indefectiblemente el mismo trayecto, unas tres veces al año, Ibiza-Barcelona...Barcelona-Ibiza, es decir, he estado frecuentemente viajando a una ciudad, ( maravillosa, por otra parte, … y a la que confieso que a veces sigo viendo con ojos de turista fascinado) que ya conozco por haber nacido y vivido 35 años allí.Hace mucho que no me doy un homenaje en forma de viaje turístico-vacacional.
Siempre que hablo de este tema con amigos o familia ( todos peninsulares) me vienen con la famosa cantinela de ...”pero-de-qué-te-quejas-si-vivís-de-puta-madre-en-Eivissa” como creyendo que la isla se acaba en los hoteles, bares- restaurantes-chiringuitos playeros y discotecas ( que además deben funcionar solos/as, sin nadie que curre allí jornadas, a veces de doce horas diarias, para dar ese servicio)

o que también nos bañamos en nuestras paradisíacas playas e los meses de invierno, así, sin pillar una hipotermia.
El resultado es que comparándome con muchos zagales de la nueva generación, sobre todo, con mis sobrinas, me veo muy poco viajado, …con poco mundo, y como muestra, comentar el detalle de que, amén de veraneos familiares yendo en coche a Llívia,...

en la frontera francesa (técnicamente, más allá de la frontera francesa, pero eso merece un post aparte) la primera vez que cogí un avión con destino al extranjero tenía ya 20 años.Supongo que esa ha sido una de las grandes frustraciones de mi vida… , no puedo por menos de pensar e la inolvidable interpretación de Jimmy Stewart en “que bello es vivir” (ese fantástico filme del director Frank Capra que cualquier ser humano ha tenido la oportunidad de ver unas catorce veces, como mínimo, pues la programan por T. V. cada puñetera navidad) cuando hablaba, al principio de la película, de que su mayor deseo era “….sacudirse el polvo de Bedford Falls”.
De entre los pocos viajes vacacionales que he realizado en mi vida, destaca, por la impresión que dejó en mi cuerpo y mi espíritu de veinteañero, una visita de una semana en primavera de 1995 a la ciudad de Ámsterdam. Al igual que lo llevaba siendo desde décadas anteriores, ( quien sabe si desde siglos anteriores) en los noventa la capital holandesa seguía siendo sinónimo de libertad, modernidad, tolerancia, y sobretodo, la posibilidad de fumarla tranquilamente sin tener la sensación de estar transgrediendo norma penal alguna…El tontolaba ...


del siempre interesante “barrio rojo”, que por si alguien no lo sabe es ese distrito de la ciudad en el que se encuentran señoras que ejercen su profesión ...

en despachos con halls muy iluminados por luz exterior a pie de calle y, por otra parte, y ya a pie de calle… promotores-comerciales del sector del ocio psicoactivo ( nocturno o diurno,eso ya va a gustos…) en su mayoría, provenientes de las antiguas colonias holandesas de ultramar , que publicitan su género a voz en grito con una cantinela que una vez has oído no se te olvida…..algo así como “DOOOOPE-DOOOOPE-HASH-HASH-HASH-SOME ECSTAAAASYYYY-TO-ENJOOOOOY”

En esa procesional búsqueda de “lo moderno” uno no se daba cuenta que lo moderno lo tenía delante…el error, o la pérdida de tiempo, fue obedecer a un primer impulso, impulso juvenil, obviamente…buscando el espejismo ( aunque uno no se dará cuenta, de que es un espejismo, hasta años más tarde) de la modernidad…y así consumir la noche del sábado “comme il faut”,…en el mítico club Escape, que aparecía ante nuestros ojos de cosmopaletos como ese icono clubber que estaba a años luz de la casposa y patibularia ruta del bacalao levantina…

inequívoco el nombre ( AMOR-AMOR) que le pusieron a la party de aquella noche de sábado , lleno de una música trance entonces primeriza y de rubiazas neerlandesas hasta las cejas de
MDMA.
Esa fue la primera de las rondas nocturnas de Amsterdam, pero la buena estaba por llegar.La verdadera modernidad de Ámsterdam no estaba ahí, …estaba en otras cosas. Entre muchas , estaba en el uso generalizado entre la población de medios de transporte público tan sostenibles y poco contaminantes como el tranvía o las bicis ( uso del que una década más tarde tomarían nota ciudades como Barcelona siempre dispuesta a apuntarse al carro de lo moderno-sostenible) , y estaba, sobretodo, en el mayor descubrimiento que haría durante esas vacaciones…bucear en la vida y en la obra del megacrack más bestia, de la figura más señera…de un grande entre los grandes de un profeta del arte que retrató el misterio del alma humana como ningún otro en la historia del arte. Hablo de Rembrandt Harmenszoon van Rijn , que pasaría a la historia simplemente como Rembrandt
Aunque cumplió, hace tres años , cuatro siglos desde su nacimiento( Leyden el 15 de julio de 1606)…si seguís leyendo este post probablemente coincidiréis con este tontolaba en que Rembrandt, fue, es y seguirá siendo… rabiosamente moderno. En aquel lejano siglo XVII, Holanda era una de las primeras potencias mercantiles mundiales y Amsterdam, su capital, una de las ciudades más brillantes de Europa. Allí se instaló en 1631, a los 25 años y de ahí no se movería hasta morir en 1669.
La mejor ocurrencia que el tontolaba que os escribe pudo tener, es, - una vez recuperado de la resaca químico- alcohólica del saturdaynight, extasiado en en el club Escape ( p’habernos matao, oiga…), visitar en jornadas sucesivas el Museum het Rembrandthuis- Museo de la Casa Rembrandt
Aunque cumplió, hace tres años , cuatro siglos desde su nacimiento( Leyden el 15 de julio de 1606)…si seguís leyendo este post probablemente coincidiréis con este tontolaba en que Rembrandt, fue, es y seguirá siendo… rabiosamente moderno. En aquel lejano siglo XVII, Holanda era una de las primeras potencias mercantiles mundiales y Amsterdam, su capital, una de las ciudades más brillantes de Europa. Allí se instaló en 1631, a los 25 años y de ahí no se movería hasta morir en 1669.
La mejor ocurrencia que el tontolaba que os escribe pudo tener, es, - una vez recuperado de la resaca químico- alcohólica del saturdaynight, extasiado en en el club Escape ( p’habernos matao, oiga…), visitar en jornadas sucesivas el Museum het Rembrandthuis- Museo de la Casa Rembrandt

y, sobretodo,…trachaaaán… el templo supremo, el sanctasactorum de la pintura holandesa, el Rijksmuseum


Una vez penetras en el interior de ese bello edificio, te das cuenta que … si Rembrandt es la cumbre de la pintura holandesa, la niña de los ojos del museo, el icono artístico nacional de Holanda es La ronda de noche

El nombre del cuadro data del siglo XIX, y no es el adecuado, puesto que la escena se desarrollaba, a pleno sol. El origen de este título surge de una equivocación de interpretación debido a que, en esa época, el cuadro estaba tan deteriorado y oscurecido por la oxidación del barniz y la suciedad acumulada, por lo que parecía una escena nocturna. Después de su restauración en 1947 y a pesar de seguir llamándole La ronda de noche, se sabe que es una escena diurna. Pero su verdadero título es: La compañía militar del capitán Frans Banning Cocq y el teniente Willen van Ruytenburg.
La “ ronda de noche” es el feliz resultado de un encargo realizado al autor , de hecho del mayor encargo de su carrera: realizar un lienzo gigantesco para la sala de reuniones de la Guardia Cívica de la ciudad.
En la Holanda protestante del siglo XVII los poderosos del momento iban detrás de los pintores más famosos, como Rembrandt o Franz Hals, para ser retratados. Solo que lo hacían en grupo. Síndicos, médicos famosos con sus discípulos, regentes, funcionarios, oficiales de la milicia, todos buscaban notoriedad a través del gremio al que pertenecían. Era un género aparte: el "cuadro de corporaciones".
Por lo que respecta a la milicia ciudadana de Ámsterdam, cada uno de sus miembros, 16 en total, aportarían cien florines para ser retratados sentados a la mesa "adoptando un aire gallardo y valiente". Ellos imaginaban que saldría un “retrato corporativo” al uso de la época, o sea, algo más o menos parecido a esto…

Sin embargo, el moderno de Rembrandt, utilizando un revolucionario punto de vista, los imaginó saliendo en desorden del arsenal para ir a sus puestos, encabezados por su comandante, el capitán Frans Banning Cocq. El cuadro despertó iras: algunos aparecían envueltos en las penumbras del claroscuro o tapados por el brazo de otro guardia o asomando la mitad de la cabeza, al fondo de la escena. Muchos se negaron a pagar su parte. El cabreo de muchos de los retratados fue mayúsculo cuando vieron esto…

Tras este suceso , para el pobre Rembrandt los infortunios se encadenaron implacablemente. Poco después murió su amada Saskia. Antes habían muerto tres de sus cuatro hijos, sus padres, un hermano y años más tarde su segunda esposa. Rembrandt quedó solo, al cuidado de su nuera.
Y también la intolerancia. La clínica de Jan van Loon, su médico y confidente, fue incendiada luego de que en uno de los partos de Saskia usaran unas hierbas adormecedoras que obtuvo de los aborígenes de América del Norte. Ya sólo, Rembrandt se unió en concubinato con Hendrickjie Stoffels, su dulce "ama de llaves" y modelo. Fue un escándalo público. La pareja fue citada por el Consistorio de Amsterdam para que explicase "su pecaminoso comportamiento".
Llevado a los tribunales, la vivienda del artista y todo lo que contenía fue vendida en subasta pública con un pésimo resultado: apenas pudo mudarse a una modesta vivienda vecina del guetto judío.

A veces, van Loon caía de improviso para verlo pintar: "En aquel miserable cuarto veía milagros de color tan grandes que dejarán mudo de asombro al mundo". Y Rembrandt lo sabía: "La moda —le dice a su amigo— ahora pide paisajes italianos, con cielos italianos, mendigos italianos y ¿cómo se llama esa comida?, maccaroni italiano. Pero no puedo pintar de otra manera que como lo hago y lo mantendré hasta la tumba".
Hundido en la miseria, Rembrandt no se doblega. No quería adaptarse a las leyes del mercado, que en la próspera Holanda del siglo XVII regulaba todo, incluso el destino del arte. También en este sentido, fue un artista moderno, un rebelde.


….y, como epílogo, el fragmento de un artículo maravilloso de la crítica de Arte Susana Hermoso- Espinosa García.
“…La ronda de noche” es una de las pinturas más importantes de la historia del Arte, y sin duda una de las más complejas.
El análisis en profundidad de esta sensacional escena es una tarea que ha ocupado a cientos de estudiosos durante siglos, que han identificado a la casi totalidad de los 28 personajes (30 antes de un desafortunado recorte, además de tres niños y un perro), entre ellos el capitán Purmerlandt y su alférez von Vlaerdingen; rescatado copias del original cuando éste aún no había sido mutilado, y –sobre todo- intentar explicar los casi indescriptibles efectos de movimiento que hacen de esta pintura la culminación del Arte de Rembrandt.
¿Cómo se explica este efecto dinámico? Según parece, Rembrandt ha representado el momento exacto en el que el capitán de la compañía ha dado orden de avanzar, pero esta orden parece no haber llegado aún a sus subordinados. Esta tensión movimiento – estatismo otorga al cuadro un magnetismo irresistible. Uno casi espera que, si miramos la pintura durante unos minutos, el capitán y su alférez comenzarán la marcha, sus subordinados les seguirán en discutible orden, y el tambor de la derecha comenzará un rápido redoble acompañado por los ladridos del pequeño perro situado a su lado.
Y hay más, mucho más. Los geniales efectos de claroscuro, con una luz casi mística que destaca sobremanera la figura de la niña que porta una gallina y semioculta la arquitectura del fondo de la pintura. La manera en la que las lanzas y estandartes cierran la escena en el extremo superior (lo que sería más apreciable antes de que la pintura fuese cortada). El trazo rápido y espontáneo con el que se han representado los rostros… En definitiva, una obra imprescindible para la historia de la pintura occidental. Una obra que hirió el orgullo de sus contemporáneos y rompió las convenciones de la epóca pero que ha sobrevivido a él y a sus detractores, y le sitúa, por encima de las contingencias y miserias de su época, en un puesto de honor en la historia universal de la pintura..”.
¿Cómo se explica este efecto dinámico? Según parece, Rembrandt ha representado el momento exacto en el que el capitán de la compañía ha dado orden de avanzar, pero esta orden parece no haber llegado aún a sus subordinados. Esta tensión movimiento – estatismo otorga al cuadro un magnetismo irresistible. Uno casi espera que, si miramos la pintura durante unos minutos, el capitán y su alférez comenzarán la marcha, sus subordinados les seguirán en discutible orden, y el tambor de la derecha comenzará un rápido redoble acompañado por los ladridos del pequeño perro situado a su lado.
Y hay más, mucho más. Los geniales efectos de claroscuro, con una luz casi mística que destaca sobremanera la figura de la niña que porta una gallina y semioculta la arquitectura del fondo de la pintura. La manera en la que las lanzas y estandartes cierran la escena en el extremo superior (lo que sería más apreciable antes de que la pintura fuese cortada). El trazo rápido y espontáneo con el que se han representado los rostros… En definitiva, una obra imprescindible para la historia de la pintura occidental. Una obra que hirió el orgullo de sus contemporáneos y rompió las convenciones de la epóca pero que ha sobrevivido a él y a sus detractores, y le sitúa, por encima de las contingencias y miserias de su época, en un puesto de honor en la historia universal de la pintura..”.