
Pero si hay algo que te sume en una depresión instantánea en Ibiza es mirar la cartelera de cine en el diario. Seis o siete opciones, a cual más chunga, el último James Bond, alguna comedia sentimental, un par o tres de acción y alguna de monstruos mutantes...todas, “made in Hollywood” .
Os confieso que el próximo día 15/12/08 hará un año que no piso una sala de cine. Es un día muy significativo para mí puesto que al día siguiente nacía mi niña. Eso es mucho tiempo....(sobretodo teniendo en cuenta que en los años noventa del siglo pasado, mi media de asistencia al cine llegó a ser de dos veces por semana, una el día del espectador entre semana, y otra el fin de semana, claro que entonces no tenía DVD ni e-mule, no era padre de familia, y vivía en Barcelona...)
De todas formas hay días, muy pocos , en que la cartelera de la tele te da alguna sorpresa agradable. Esta noche, sobre las diez o así, la 2 de TVE emite una peli, a mi modesto entender, bastante buena. “Amen” es una película dirigida en 2002 por Konstantin Gavras, conocido internacionalmente por la abreviación de su nombre, Costa-Gavras,…. en la que se narra la indiferencia (e incluso la complicidad) con que el Vaticano y varios países del mundo toleraron que el régimen de la Alemania nazi avanzara en el exterminio de judíos antes y durante la Segunda Guerra Mundial y está basada en la obra teatral “El vicario” de Rolf Hochhuth.
Kurt Gerstein (Ulrich Tukur) es un oficial del ejército alemán que empieza a trabajar surtiendo de productos químicos los campos que resultan ser de exterminio. Cuando se da cuenta de que se está produciendo un exterminio masivo y sistemático de los judíos trata de frenarlo, recurriendo a los dirigentes de la iglesia a la que él pertenece. Pero éstos no desean enfrentarse al poder nazi y menos por defender a judíos. Tras sufrir varios rechazos y el deseo de no enterarse por parte de muchos, Kurt llega a ir a la propia Nunciatura Apostólica de Berlín para tratar de que el Papa denuncie públicamente esta matanza, y aunque allí el Nuncio se niega a escucharle, sin embargo un joven jesuita, Ricardo Fontana , ( Mathieu Kassowitz, un actorazo, y que aquí tiene una interpretación soberbia) se interesa por su relato. Ambos tratarán de hacer saber al mundo esta ignominia, sin éxito. Ricardo viajará a Roma, pero nadie, ni siquiera el propio Papa Pío XII parece interesarse por la suerte de los judíos.


Las tres tienen el denominador común de esa estupenda combinación entre buen cine con mayúsculas y capacidad de compromiso social. Hoy Konstantin ( Costa) Gavras es un venerable yayo de 75 años,. Ojalá le queden muchos años de vida , laboral, y de la otra. Miradas críticas y comprometidas como la suya nos hacen mucha falta.
Salud, Paz y amor